- Por jeannette.bain
- Publicado hace un año
Un sistema de calefacción ineficiente puede traer múltiples consecuencias como un elevado aumento en la factura de luz o que no cumpla con la función esencial de calefaccionarnos correctamente.
Ahora que se aproxima el invierno, contar con equipos o sistemas de calefacción que nos permitan mantener una temperatura corporal adecuada se vuelve primordial, pero ¿has pensado cómo esto puede afectar tu salud?
Mantener el confort térmico se vuelve imprescindible en estos momentos, y para ello regular la temperatura de nuestra calefacción y tomar medidas complementarias para mantener una correcta temperatura de nuestro cuerpo: una calefacción muy elevada puede tener múltiples efectos en tu salud como enfermedades respiratorias, alergias, afecciones del sueño, entre otros.
En esta época mantener la temperatura de la calefacción entre los 19º-20ºC, con una humedad aproximadamente del 50%, y usar ropa que te mantenga abrigado te permitirá, además, que tu factura no se vaya a las nubes.
Es imprescindible que tengamos en cuenta la humedad de nuestro hogar, principalmente con métodos de calefacción que tienden a disminuirla.
También hay métodos de calefacción que, si no se utilizan y controlan adecuadamente pueden ser perjudiciales para tu salud, por ejemplo a través de intoxicaciones por monóxido de carbono. Estos sistemas de calefacción requieren mantener la ventilación adecuada en los hogares para evitar sus consecuencias.
Sin perjuicio del confort térmico a mantener en las épocas más frías del año, no debemos olvidar que los sistemas de calefacción y cocina son uno de los principales generadores de contaminación, afectando a la calidad del aire que respiramos, fuera y dentro de nuestros hogares.
La satisfacción de la demanda de calefacción y cocina con combustibles fósiles, principalmente gas, redunda, entre otros, en graves perjuicios para el medio ambiente y para nuestra salud.
Por ello apostar por la sustitución de sistemas de calefacción basados en combustibles fósiles por alternativas como las bombas de calor o paneles solares y solares-térmicos y un enfoque holístico que favorezca sinergias con otras transiciones que ya han comenzado -rehabilitación profunda de edificios, electricidad 100% renovable, autoconsumo- es fundamental .