A la hora de adquirir una lavadora nueva debemos saber que los nuevos modelos que ofrecen los fabricantes han mejorado notablemente la eficacia del lavado y nos permiten ahorrar cantidades importantes de agua, de energía y también de detergente.
La lavadora es, después del frigorífico y el televisor, el electrodoméstico que más energía consume. Por eso, optar desde el principio por una lavadora de bajo consumo nos permitirá evitar gastos tanto energéticos como económicos innecesarios en el futuro.
Consejos para la adquisición
- Clase energética: Las lavadoras se incluyen en el nuevo etiquetado europeo de eficiencia energética. En este nuevo sistema la clase G es la peor del mercado, y la clase A la mejor. Por ello, le recomendamos que elija modelos de clase A.
Actualmente, debido al rápido desarrollo tecnológico hay una gran variedad de lavadoras A. Lo que hace que se encuentren diferencias notables de consumo dentro de la misma clase. Por lo que es necesario tener en cuenta también el consumo kWh/100 ciclos que viene mostrado en la etiqueta energética y que permite comparar unas lavadoras con otras.
- Ahorrar agua permite ahorrar energía: la mayor parte de la energía que consume una lavadora se utiliza para calentar el agua de lavado, concretamente entre un 80% y un 85%. Recomendamos optar por una lavadora que tenga un bajo consumo tanto de energía como de agua, que permita seleccionar la temperatura de lavado y que disponga de distintos programas de lavado, especialmente un programa de lavado corto y de baja temperatura.
- Elegir una lavadora con capacidad de carga adaptada a nuestras necesidades; un aparato muy eficiente, pero demasiado grande nos hará malgastar energía, ya que será más difícil utilizarlo a carga completa. Aconsejamos seguir estas recomendaciones:
Nº de personas | Capacidad aconsejada |
1-2 | 5-6,5 kg |
3-4 | 7-8 kg |
5 o más | 9 kg |
- Las lavadoras de carga frontal consumen menos energía y agua que las de carga superior. Estas últimas, además, poseen velocidades de centrifugado inferiores, aunque son las más adecuadas para viviendas que tengan problemas de espacio. Si no tienes problemas de espacio en tu vivienda opta por una lavadora de carga frontal: aunque su precio suele ser algo más elevado gasta menos energía y agua que una de carga superior.
- Infórmate de si existen líneas de recogida y reciclado para tu vieja lavadora cuando te decidas a comprar una nueva.
- También es importante conocer si en el proceso de fabricación de la lavadora se han utilizado materiales reciclados.
- Y si es una lavadora con facilidad para ser reparada, lo que puede alargar la vida útil del producto.
Consejos para la instalación
Si es posible, se debería instalar la lavadora de manera que pueda ser conectada a la toma de agua caliente. Ya que la mayor parte de la energía que consumen las lavadoras se debe al proceso de calentar agua.
En el mercado podemos encontrar las llamadas lavadoras bitérmicas, que se diferencian de las convencionales en que disponen de dos tomas independientes de agua, una para la fría y otra para la caliente. El agua caliente se toma del circuito de agua caliente sanitaria, procedente del calentador o de la caldera de gas, evitando de esta manera consumir energía eléctrica para calentarla. Con estas lavadoras podemos reducir en un 25% el tiempo de lavado y ahorrar una gran cantidad de energía (y por lo tanto generaremos menos emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero).
Consejos de utilización
- Si no es estrictamente necesario, no realizar prelavado.
- Separa la colada en función de la clase de tejido y el grado de suciedad, y dosifica correctamente las cantidades de detergente siguiendo las recomendaciones del fabricante.
Los detergentes actuales son mucho más eficaces y admiten perfectamente el lavado con agua fría, evitando de este modo tener que calentar el agua para lavar. Reducir el consumo de detergente supone ahorrar dinero en su compra y, a su vez, disminuir la contaminación de nuestros ríos y mares. - Lava la ropa con programas de baja temperatura (30º o 40º C) y reserva los programas a 60º y la función de prelavado para las coladas más sucias y con manchas difíciles.
- Elimina los programas de lavado a 90º C : estos ciclos consumen casi el doble de energía que los de 60º y sólo conseguirás deteriorar tu ropa inútilmente.
- Limpia de forma regular el filtro de la lavadora para optimizar su funcionamiento. La cal acumulada y otras impurezas obstaculizan la evacuación del agua, forzando el funcionamiento del motor.
- Procura usar la lavadora siempre a carga completa. Si eventualmente necesitas lavar poca ropa utiliza los programas de media carga, pero recuerda que esto no significa que el consumo de energía se vaya a ver reducido a la mitad. Un lavado a carga completa siempre va a costar menos que dos a media carga.
- Es preferible optar por una lavadora que disponga de un buen programa de centrifugado a utilizar una secadora. El centrifugado gasta mucha menos energía para secar la ropa que una secadora. Y siempre que sea posible aprovecha el calor del sol.
- Utiliza la lavadora en las horas en las que la energía cuesta menos, generalmente los fines de semana y en la noche. Consulta tu tarifa energética.